El avión tiene prevista la salida a las 09:30
por lo que conviene estar en el aeropuerto a las 7:30 horas y poner el
despertador a las 6:45 como tarde.
Nuestro hijo nos recoge a las 7:00 en casa
y nos lleva al aeropuerto cuando se va a
trabajar a Valencia.
Llevamos la documentación de los vuelos,
del transfer con Holiday Taxi y del hotel de Fort Laudedale en la mochila y el billete
de crucero y las etiquetas para las maletas en el troley.
En el control de policía del aeropuerto me
hacen sacar la tablet de la pequeña mochila y volverla a pasar por el control
de seguridad.
El vuelo a llega a Madrid puntualmente y el
traslado desde la T4 hasta la T4 SATÉLITE nos ocupa casi media hora incluyendo
el trayecto en el tren sin conductor.
La salida del vuelo a Miami se retrasa casi
dos horas debido a que se cierra el espacio aéreo por el vuelo furtivo de unos
drones. La mayor parte de ese tiempo lo pasamos dentro del avión aparcado en la
pista a la espera de que autoricen el despegue.
Llegamos al aeropuerto Internacional de
Miami poco antes de las 18:00 horas y teníamos que haber aterrizado a las
16:30.
En el control de policía estamos casi una
hora que contrasta con la eficacia empresarial del aeropuerto de Singapur en
nuestro anterior crucero. En la zona que desembarcamos no disponían de los
ordenadores con los que los viajeras agilizaban las gestiones utilizando su
propio idioma. Casi todos los trabajadores del aeropuerto dominaban la lengua
castellana.
Nos esperara un taxi de Talixo
API-USD (proveedor de Holiday Taxis) para trasladarnos al Rodeway Inn
& Suites Fort Lauderdale. El conductor se llamaba Salomón y con su flamante Cadillac de lujo (Un SUV
con asientos individuales de cuero) nos ha esperado pacientemente pese al
retraso de nuestro avión.
Durante el trayecto por autopista al hotel
mantenemos una interesante conversación sobre la situación política latinoamericana. Salomón es conservador, pero
un buen conversador.
El hotel es apropiado para los cruceristas y nuestra
habitación dispone de una amplia cama, dicha y bañera de hidromasaje. También
tiene nevera, microondas y una pequeña cocina. El WIFI funciona muy bien en la
habitación.
A las 10:00 de la mañana tenemos traslado
gratuito al puerto el grupo de cruceristas que nos hemos alojado en el Rodeway
Inn &Suites.
El desayuno lo teníamos incluido pero es
bastante flojo como en otros hoteles americanos que hemos utilizado en
anteriores ocasiones.
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