lunes, 17 de febrero de 2020



 

 El avión tiene prevista la salida a las 09:30 por lo que conviene estar en el aeropuerto a las 7:30 horas y poner el despertador a las 6:45 como tarde.

   Nuestro hijo nos recoge a las 7:00 en casa y  nos lleva al aeropuerto cuando se va a trabajar a Valencia.

 

   Llevamos la documentación de los vuelos, del transfer con Holiday Taxi y del hotel de Fort Laudedale en la mochila y el billete de crucero y las etiquetas para las maletas en el troley.

    En el control de policía del aeropuerto me hacen sacar la tablet de la pequeña mochila y volverla a pasar por el control de seguridad.

    El vuelo a llega a Madrid puntualmente y el traslado desde la T4 hasta la T4 SATÉLITE nos ocupa casi media hora incluyendo el trayecto en el tren sin conductor.

     

 

   La salida del vuelo a Miami se retrasa casi dos horas debido a que se cierra el espacio aéreo por el vuelo furtivo de unos drones. La mayor parte de ese tiempo lo pasamos dentro del avión aparcado en la pista a la espera de que autoricen el despegue.

   Llegamos al aeropuerto Internacional de Miami poco antes de las 18:00 horas y teníamos que haber aterrizado a las 16:30.

   En el control de policía estamos casi una hora que contrasta con la eficacia empresarial del aeropuerto de Singapur en nuestro anterior crucero. En la zona que desembarcamos no disponían de los ordenadores con los que los viajeras agilizaban las gestiones utilizando su propio idioma. Casi todos los trabajadores del aeropuerto dominaban la lengua castellana.

   Nos esperara un taxi de Talixo API-USD (proveedor de Holiday Taxis) para trasladarnos al Rodeway Inn & Suites Fort Lauderdale. El conductor se llamaba Salomón  y con su flamante Cadillac de lujo (Un SUV con asientos individuales de cuero) nos ha esperado pacientemente pese al retraso de nuestro  avión.

   Durante el trayecto por autopista al hotel mantenemos una interesante conversación sobre la situación política  latinoamericana. Salomón es conservador, pero un buen conversador.

  El hotel es apropiado para los cruceristas y nuestra habitación dispone de una amplia cama, dicha y bañera de hidromasaje. También tiene nevera, microondas y una pequeña cocina. El WIFI funciona muy bien en la habitación.

   A las 10:00 de la mañana tenemos traslado gratuito al puerto el grupo de cruceristas que nos hemos alojado en el Rodeway Inn &Suites.

  El desayuno lo teníamos incluido pero es bastante flojo como en otros hoteles americanos que hemos utilizado en anteriores ocasiones.



 

 

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